miércoles, 9 de noviembre de 2011

Elena

Confinado al ser de tu esencia. Como tuyo, no más que ando en cada de ellos, tus destellos, que hace tiempo eran míos porque como parte, colmaba éstos. Como perplejo somormujo me abandono al río que son tus ojos, viandantes. Me conduces, hacia muerte más que segura, pulida y límpida tragedia, me asesinas por tus poros, pues vas a pedir muerte a pena. Que soy tuyo Elena, que soy tuyo. Que la hora de la hora es la horca agorera.
Vendrán los tiempos donde el ser que tu guardabas se olvide y no haya pena. Pero por mi ser que en si mismo serea, juro a Dios que es lo más alto, conservarte he de deber hasta que mi último conato posea, y todo cuanto fuimos un Tu y un Yo, en la Morada del Olvido ya que guardar se tenga.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Rutas del Ser

Porque como todo tiene su tiempo, al final, has llegado cuando mas se te necesitaba. En la encrucijada filosófica por la verdad te presentas, gran maestro, como padre solícito. Este camino hubiese tenido que ser interrumpido en los propositos que en su inicio le dieron su naturaleza como tal, sino te hubieses desvelado. Has acudido en una hora de tiniebla con el mejor candil posible, la luz dialéctica del Espíritu bajo su forma dinámica e infinita.

De nuevo esta humanidad no puede sino rendir tributo a otra excelsa mente alemana.
A la memoria de G.W.F. Hegel

miércoles, 11 de mayo de 2011

Palabra

Palabra. ¿Que me has dado durante este tiempo?
Eres más tirana que mil posibles mundos de amargura. Con tu fusta severa, me acometes en pleno día, amable tarde u oscura noche.
Palabra. ¿Merecimos tu castigo?
Pues fue Dios, quien instituyó la Palabra. Nosotros sometidos, cargamos con tu peso sin el libre disponer del camino inescrutable , pensando en futuro o preterito imperfecto. Vil ramera, que nos vendes a un precio de gramática. ¿Siempre fue así? ¿Desde cuando te erigiste como exégeta dogmática?
Palabra. ¡Con cuanto odio maltratas! Si pudiera suspenderte, ahogandote en un silencio inerte.
Decides larga, ajenas marchas. Gobiernas mundos sin Derecho, derrumbas nuestra esencia facta.

martes, 3 de mayo de 2011

Purgón

Soñaría contigo, circunvalando las palabras. Transito taciturno, soy en el silencio, cuando a veces me despierto y descubro lo que llaman ser presente. Delirio, camino tranquilo y es somnoliencia tu oido en mi mente. Pero ¡cuanto te evoco y extraño!
Has muerto, tuve que enterrarte en fiesta. Todo el pueblo coreaba vida, mientras solo y triste te portaba como costalero abatido hacia tu temprano sepulcro. Recuerdo que mis lagrimas ahogaban los segundos, y las calles a plena luz del día, que por el mismo aluvión del llanto, desaparecían.
Comienzo de un llanto infinito, que tambien respira acallado con la mascara de la ironía.
Pedazos , en mil pedazos te recomponía sin tardar segundos en olvidarte de nuevo. ¿Qué podía hacer yo ahora? Los dos fuimos traicionados. Yo lloraba a una chica muerta, presa del pasado. ¡Elena! ¡Elena! ¡Elena! ¿Donde estas, Elena?
A lo lejos otra se reía, caminaba acompañada por orejudos burros pueblerinos que con sus rebuznos, gozaba distraida. Tenía la Materia de ti Elena (hoy sagrada Idea), pero jamás tu Forma. Tu Forma ahora solo era débil recuerdo de mi torpe memoria. Forma aurea de puro Amor. Ser ojo obediente para aprehender tu Belleza fue más que motivo de orgullo y gloria. ¡Oh tu, Elena! Yo te conservo en recuerdo con tus ejercicios de la Academia, Piscina o paternales horas de vuelta. No me importa ser solo el que sepa que guardabas un tesoro, el tesoro de tu esencia.
Triste trueque cometiste vendiendola, a cambio de besos muertos en tu piel sedosa, de la que luego tuviste que deshacerte por cometer el pecado contra tu honra.

Marchandose estaban ya, los burros con la chica tonta que perezosa los acariciaba cuando ellos molestamente, en ruido insoportable por rebuznos, sus patas movían.

La escena era dolorosa, ya estaba completamente solo. Lloraba amargamente la futura carencia de mi diosa. La que había sido principio y final de mi historia. La que gustaba definirla: Ardilla majestuosa. Comenzó a llover y el cielo tornó en negro, acomodando la escena a tan funesta hora. ¡Jamás sería Elena! Aquella feliz niña que por mi amor viviría sola, que pelearía con todos los que detentasen mi figura, la que tierna y dulce me abrazaría cuando adviniera el reino de las sombras. Ésa, ya no existía.

Fue entonces cuando iracundo me erguí bramando: ¡A LA IDEA ME CONSAGRO! Jamás vagarás sola por el reino de lo que no se nombra. Mi voto a ti es dado. A la que vivió antes de su muerte el 7 de marzo, noche de sabado traumática, purgón hiriente por aquel cabrón bastardo, a esa me declaro siervo, pues todavía vive en mi recuerdo, y aunque muerta se halle sin posibilidad de volver a la vida, jamás abandonaré su historia que tambien es la mía.
¡SEMPER FIDELIS!

lunes, 2 de mayo de 2011

Helena

Los vapuleos aéreos nos informan
atentos; Zeus duerme
y como gran dios
al respirar, ronca

Los campos mecidos coréan
un armonioso recital,
una gran elegía:
¡hombres, el Olimpo clarea!

Granadas son las cabezas
de las espigas pregoneras
benditas por el Destino
reservadas solo, para cosecha

Atmósfera cálida
de amarillos plena
eres sereno cobijo
del pensar en primavera

Los anuncios del Olimpo
al sembrado llegan
reina belleza sin palabra
coloso, primaveral monumento

Todo termina
Apolo levanta cielos
apremieando el paso seco
del que pronto será
trágico Verano nuestro

El amor es la tragedia
de la palabra tardía
que jamás llega
a colmar Armonía

Trauma secular invicto
ciega y sorda melodía
castigo indecible
prisión sombría de luto

Libertad de sodomía
espinoso trenzado,
cordial vómito
de voraces felonías

"Con amor eterno te ha amado" (Jeremías 31:3)




sábado, 16 de abril de 2011

Elena

Silencio continuo
marisma infinita
verano marchito
esperanza sin día

Respiración dolida
sombrío cojeo
caricia incursiva
mortífero veneno

Batalla perdida
colosal jadeo
jenuflexión arrepentida
flagelo sangriento

Oración rogada
inmisericorde castigo
penitente súplica
llanto ininterrumpido

Brutal despedida
desolado vacío
verdad humana
falaz compromiso

¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” (Mc. 15, 34)



lunes, 11 de abril de 2011

Elena

Eras palabra de mis horas
infanta, niña que enloquece
cantabas violetas amapolas
amor viniste a adolecerme

Presencia, vacía pero hiriente
verano triste caracolas
recogíamos de la mano sonrientes
en sueño platónico, caducifolio

Grito mudo, pero Grito
rapto solo en las olas
soy Yo, gritando a tus ventanas
atareadas ahora por el Ruido.

Derma terciopelo
brisa, centelleo
oro Olímpico labrado
son tus rubios cabellos

Rosetones primavereos
de inescrutable ternura
dejaban caer tus besos
a mi trastornada figura

Tu abandono no es motivo
para que mi promesa venza
pues es y será eterna
como tu inato Ardillismo


Gracias por todo, Elena.

jueves, 24 de marzo de 2011

Esencia

Auxilios, sois auxilios que me habéis hilvanado con vuestro delicado acontecer. Un suspiro solo, se exige provocar ante vuestro paso por mis ojos, pues mi espíritu alegremente recorreis.
Qué bella postura incidís en este espacio presente que compartimos ficticiamente nosotros dos.
Me procuras la vista de un estrellado cielo, ¡hermosa noche!, ¡hermosa tarde!. Cómo mereces el bautismo primavéreo con el que estelas dibujas. Sin pregunta posible me afirmas las liturgias requeridas por tu tan bello aparecer. ¿Cómo puede ser? En verdad solo ha sido un gesto ¿Sólo un gesto? ¿Cómo me he atrevido a arrojar El Gesto? Si son los gestos aquellos quienes protagonizan las rutas de la Historia. Son tus gestos o los mios los que señalan el compás al que el Universo someterse debe. En efecto somos tiranos, pero nuestra dictadura se escapa ante la mirada al Dios supremo, idealidad trascendental o realidad objetiva, abrigo mudo o castigo sordo, eso ahora no importa. Ahora solo prescribe las lineas que dibujas. Te me has impuesto, aniquilandome como esencia, forjandome diviso.

Fresca, me calmas el espanto de vivir sin Dios que me labre. Hic et nunc, tu mereces mi espacio pensativo; carga positiva de coeficiente negativo, carga negativa de coeficiente positivo. Arrecife libre donde prezo cómodo" Tu acontecer me ofrece las cálidas voces de un natural relato. Alabado sea Dios, sea siempre bendito y alabado, generosa su divina señoría, esa que contigo un estar sereno me ha dado.

No tienes faz solo espíritu. Realidad interior que em emana sublimes divinidades. Te marchas, veo apagarse las sombras que no eran antes. Gracias por visitarme, pues desde tiempo La vida es sombra...
Y la sombra no esencia pues vela lo de suyo, lo de mío, sombra negra, sombra gris, sombra muerta, sombra húmeda, sombra ciega, sombra lúgubre, sombra atea. La sombra que frusta mi natural esencia.
La esencia que fue solo contigo, Elena

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Título?

Suele ocurrir u ocurrirte que en medio del trasiego existencial en el que se nos embarca, alguna vez que otra pero no muy de vez en cuando, emerja impertinente alguna pregunta que otra. No adviene anunciado, ni tiene demasiado espacio en nuestros cavilares. Acontece inesperada al estilo de una visita muchas veces tediosa; conocido, amigo o compañero que no ha podido resistirse a valerse de tus altruistas dares. Pero esta inoportuna visita mental no exige de ninguna clase de virtud erogatoria ni mundana. Su presencia puede ser advertida al derivarse tu natural recorrido diario, constituyendo un nuevo proceder. Es ese preciso momento bajo la pesada luz del recibidor dirigiendote a abrir la puerta, ese momento que atraviesas inconsciente cotidianamente sin mayor transcendencia que el ruido que haces al cerrar la seguridad de tu morada. Empero es en ese rutinario desarrollarse cuando abrumado te asombras de lo que acaba de representársete.
No tendrías más que haber extendido el brazo, asir el pomo y tirar sin demasiada energía. Pulsar el botón del ascensor, traspasar los metros del portal, mover la manivela, recomponerte tras el primer impacto del gélido estar-del mundo en tu cara, acudir a la boca de metro, pasar el ticket, apresurar tu paso, estrecharte entre mil y un brazos humanos, respirar con tranquilidad aunque el ambiente estuviese cargado, bajar en la estación acostumbrada, subir las escaleras con todos tus hermanos de existencia hacia la pureza del exterior, efectuar un mecánico movimiento con tus extremidades inferiores y ahí estarías. Finalmente sentado en tu oficina oyendo fluir la agitada mañana de tráfico, en la que esos otros colman su tan conocido viaje diario hacia la aventura, en la gran pista de atletismo. Sus caras muestran el asombro que este acontecer les produce, escrutan fascinados cada parcela recorrida, y reconocen las pisadas de las suelas de sus zapatos. Fijate, uno se ha parado a contemplar la huella de sus antiguas zapatillas del colegio, parece ser que añora esas zapatillas porque no es frecuente que nadie se detenga en tan ordenado recorrido. Es curioso, ¿qué estará pensando ese hombre? ¿Acaso hay algo por lo que valga la pena parar a deleitarse? Natural es que en tal recorrido muchos se asombren, siempre que el Tiempo y la Saciedad acompañen. Suelen hablar entre ellos y hasta incluso apasionarse por las lineas que separan la pista o por la forma que ésta misma tiene.
Pero, ¿porque corren todos a la misma meta? ¿Porque corren? ¿Porqué tienen meta?
Bueno, quien somos nosotros para perturbarles la metne a todas esas gentes, así que retomemos nuestra singular visita mental.
Creo que todos nos hemos representado lo que es una rutina. Es en esa rutina donde se nos presenta la Pregunta que acucia, que exige. La pregunta se nos puede formular a apartir de muchas y distintas formas...Hace poco tiempo hubo una que me paralizó por un buen rato, reclamandome un espacio en el Tiempo que me da Ser. ¿Porqué no...?

miércoles, 16 de marzo de 2011

Diálogo entre Filoelenos y Amartas

P.1- ¿Podrías acercarme la llave para que pueda ver las tardes?
P.2-Si, podría. ¿Porqué me preguntas si puedo si ya sabes que sí?
P.1-Por favor, ¿podrías acercarme la llave para que pueda ver las tardes?
P.2- Hazte mirar que enfermedad padeces, porque el agravarse te mutilaría.
P.1- ¡Sé solícito! Por favor, ¡acercame la llave para que pueda ver las tardes!
P.2-Las tardes, las tardes. Patan ruín. ¿Qué es lo que deseas ver si tiempo atrás quedaste ya ciego?
Tu cegera sobrevino al tiempo de pasiones desatadas, macabros propósitos y disipadas caminatas.
Encenagarte de iconos no te sirvió para nada, pues apilabas la Tarea que te fue encomendada.
Cuando comenzabas tus paseos sonreías las noches, te podías llamar el que cursaba periplos del abismo, quien no tenía miedo de que el tiempo se parara y te arrebatasen más horas pues con intesidad a estas colmabas. Eras un juvenil heraldo de magias, poesías y narraciones con las que de cuando en cuando me desavinagrabas las horas. Como si fuera hoy recuerdo tu sonrisa en calma, el espíritu de un joven que oidos prestaba a todo lo que el des-velar mereciese Tiempo o Espada. Sin sesgo te acercabas, existente cuestionante pues mil alegrías te granjeabas con el maullar del camello o el sílbido de las llamas. La primera parada iba a ser grata, pues atesorado de maravillas cargado marchabas, un conspicuo bagaje era del que hablar se te respetaba. Naturaleza, Lenguaje, Ideas. Pero tu sabes bien que ocurrió, conoces tu intra-historia para poder cantarla, al son de travesuras o tambores, o al son podría haber sido incluso del ritmo de los Doctores.
Parástete entonces. La corriente te reclamaba, los días seguían, las flores erguidas continuaban bajo la divina Tutela, su germinar de olores. Zumbidos habían aleteado por doquier buscando tu cara, pues qué fauno faltaba para seguir la danza. ¡Tú!
Ah claro, pero es que quizas Tú ya no eras Tú, y ellos no serían ellos para ti. ¡Caprichosas veleidades! Como recuerdo sus llantos. Congregados los tenías, todo la fauna arborea, míticos seres alados e incluso a los Céfiros de porcelana por la Divina acompañados. Cuanto amor ultrajado se me obligo a ver aquella noche a los pies del ingénito director del Rayo. Las lágrimas de Baco ahogaban en aludes de barro a aquellas pobres gentes que otrora soñaron, viéndote bailar con tu flauta extasiado.
¿Como pudo ser aquello? ¿Tan perverso es el Hado? ¿El destino pergeña brutales carencias de Razón, poesía y todo lo que el Espíritu anhela oir construido por manantiales de estaño?
No. Fuiste Tú. No cabe lugar para el dubitar. Insalvable veredicto sobre ti recae porque;
¡ERAS FAUNO! Sátiro incólume apasionado. Tragando días, lunas y amores como si de segundos hablásemos. Era tal fuerza inquebrantable la que ungía tu Ser que ni los peores augurios minaban tus actos. Dime aunque sepa, ¿cuál fue la fuerza que el detener sostuvo tu Ser en pausa, arrebatado allendé, donde no existe lo Humano?
P.1-Hermano, ¿porqué eres tan cruel conmigo?
P.2-¿Cruel? Inmisericorde me llamas cuando soy el único capaz de retornarte la imagen de tu época dorada. Quien solo tiene la llave del pasado para que te vuelvas a pensar como el sátiro que poetizaba con ritmos gongóricos y tragedias nietzscheanas.
P.1-Hermano, ¿eso significa que me acercarás la llave para que pueda ver las tardes?
P.2-(Aguarda unos segundos en silencio, con expresión abatida y desfigurada). Toma, la llave de las tardes, ve con ellas sin esperar más al que Aguarda, pues quizás la Angustia convino, que nuestro camino Dios separara...

domingo, 6 de marzo de 2011

Combate solitario

Cuando ayer compartimos el lecho cansado, besos, abrazos, orgasmos, Tiempo... ¿qué quería el destino decirnos con eso? ¿Merece la pena pensarse en aquel momento?
Derrocar la última muralla del pudor, malgastar las ideas en carne muerta, cuando mi juramento es solo para ella. ¡Y tu me hiciste profanar su huella!
Soy el arrullo de un Silencio que grave te pesa, soy la nefasta hora de cargada tristeza, pues ahora pagaremos TU y YO por lo que mancillamos. Nada más, nada menos, que el recuerdo de Elena.
Me retiro iracundo, violento, porque es solo a Élla, a Élla, a quien mis pensamientos pertenecen, mis oidos escuchan, mi Verdad se desvela. Son para sus tibios andares de gleba, para sus risas péculas, para sus vídrios desenfocados que nunca aciertan. ¿Qué más decir? Si, que soy de, por y para Élla.
Véte, Véte, Véte odioso fantasma y dejame en tierra. ¡No quiero volar, no quiero reir, no quiero jugar!

¡MI VOLUNTAD ES EL DEBER QUE EN LA IDEA DE ELENA LEGITIMAMENTE DETENTA!

martes, 22 de febrero de 2011

La Utopía del hombre muerto

Dame las ideas de los días, de los días que nunca volverán.
Dame los conceptos que aprehendían tus segundos en mis segundos sin final.
Dame lo que nunca hubo para nuestras pupilas, oidos y encabezas,
dame lo que solo estuvo en mis llantos, tus gemidos, nuestro amar.
Dame aquellos días sin perdirlos pues son míos, damelos para que con ellos
recordarte pueda solo y digo solo, un día más.
Hemonos alejado, el juvenil despertar ríe ido en la aventura del olvido de mi historia en tu nogal.
Contemplo mi camino, sinuoso oscuro abismo, sin candil que legitime abrirme
un haz de inmediato alivio como el de los pecados al confesar.

¡YA HAN CORRIDO, YA HAN CORRIDO! Los sueños y alegrías infantiles...

martes, 25 de enero de 2011

El Beso

¡Brutal intimidad óntica!
¡Brutal intimidad óntica!
¡Brutal intimidad óntica!
Violencia vulnerante al darse del Ser
paladín pérfido del azacanamiento
Liberame de tu sojuzgador veneno
porque libre y sin tiempo quier Ser.

sábado, 22 de enero de 2011

A un Camarada

Era tarde, muy oscuro. Lo peor había sucedido.
Era aquel tiempo donde y cuando todavía era hombre de carne y hueso.
Era oscuro, terriblemente compungido, arrojado a la tiera. Me lanzaron escupido, un hercules desterrado era, de lo que yo había creido el Olimpo.
Nubarrones grises descargando en mis ahora escualidas mejillas, toneladas de alegrías, esperanzas y recuerdos. Vaciándome por moentos, desolado, roto, muerto... y desde lo profundo a ti te llamé.
¡Y viniste! Raudo y pronto, no tuve que aguaradar ni un mísero segundo. Apareciste acogedor, hermano de vida, consejero nato por tu inefable sapiencia de los días, con tu madre recorridos por España, Marruecos y la Europa de tus jovenes corridas.

Si me habían vomitado, escupido y maltratado, levantásteme con tu incansable espíritu, me cogiste de la espalda, animándome a empezar el paseo, un nuevo paseo de una edad adulta, serena y reflexiva. Recogísteme del mundo platónico del que había caido, y como buen peripatético que eres, llevásteme a ver Mundo, incitándome siempre a pensar inconforme y atrevido. Suave y armónico despertar a la vida, por tu trato yo tuve.

Y hoy te digo: ¡Todo lo que hoy soy, es fruto de tu inmenso altruismo!
¡Antonio: gracias por todo, amigo!

domingo, 16 de enero de 2011

La insoportable levedad del Ser

Saberse en la exclusividad ontológica de lo posible, invoca la cogenesis existenciaria. En el excluirse óntico se arrastra la palabra fundante, la posibilidad propia que nos dio y da nombre. Estar siendo siendo optado por la inabrazable materia del si, pero sin ser si y solo si. Darse o no darse pergeñado, precogsnocente, revelador desfundante. ¡Jamás! Darsenos o no Darsenos. ¡Absurdo abominable!
Es la trasposición reconducente, fenomenicamente circulativa, redundante de un yo epistémico. El postulado categorial del entendimiento uniente, de la unidad noética logicamente expuesta.

martes, 11 de enero de 2011

Escarceo Nocturno

-¿Tendremos suficiente calma en esta incesante Tormenta?
-¡Cobardes! ¡Salid a bregar las tempestades! ¡Esclavos, eso deberías ser pues os comportaís con su misma moral! Pero, ¡como se os antoja suplicar serenidades! Semejante latrocinio.
¡Vivid ante la muerte!¡Para y por ella, pues no es sino aquello solo a lo que podeis llamar vuestro, y de la que sois! ¡Palurdos!
Dejad ya atrás el accidente. ¡Matemos a la epidemia pestilente! Epidemia estética, que nos nubla la mente
SEAMOS EN LO UNO, AHORA, Y PARA SIEMPRE...