jueves, 21 de octubre de 2010

Manchas solo son manchas

¡Maestro! ¡Maestro! ¡Maestro! Dijo llorando desconsoladamente. ¡Maestro, la causa ultima de la realidad es incognoscible! ¡El realismo metafísico ha caido! ¡Ya estan a las puertas, son el relativismo y la Inmoralidad! ¡Maestro! ¡QUE SERÁ DE NUESTRA POLIS!
Con atropello y neblina mental el maestro despertó de su profundo sueño. Las Formas quedaban ahora en los insondables ocenaos de la memoria, fruto quizas de una quimérica Utopía.
¡Maestro! ¿Que hacemos? Mirad a esos poetas como cantan a los jovenes de amores sin freno, ¡MIRADLOS MAESTRO! Observadlos agasajando a los jovenes para que orinen sobre los ancianos, mirad como escupen sobre la Silogística. ¡Pero si estan violando a las vestales! ¡Predican la igualdad de juicio! ¡MAESTRO QUE SERA DE NOSOTROS AHORA! ¡Salid a declamad la VERDAD! ¡Advertid del equivoco de estos!

Discipulo insensato, toda la culpa ha sido tuya. ¿Porque demonios escribiste de cosmología? Tu sistema y el mio, cayeron porque hablaste del mundo supralunar. ¿Acaso yo trate más allá de las matemáticas? Tu odioso impulso empírico ha derruido la fortaleza de la Ontología. Ahora Galileo le ha dado motivos a Descartes para dudar. Dudar del conocimiento de las cosas en cuanto son. Quien se atrevera ahora a decir que los objetos son inteligibles para nuestro entendimiento. No te espantes tanto, porque solo tu tienes la culpa.
¡Pero maestro, mirad a esos sofistas danzando ebrios! ¡ATENDED A ESTO MAESTRO! LOS HOMBRES HAN RETROCEDIDO DE NUEVO AL MITO. Y ES UN JUDIO EL QUE LOS LIDERA! ¡HAN DESTRUIDO LA JUSTICIA! ARISTOCLES, HABLAN DE CARIDAD. ¡MAESTRO AYUDADNOS!

Corriendo, lo más rápido que pudo Platon fue a tirarse al abismo. Y como buen pupilo Aristoteles se clavo una daga en su peludo pecho, mientras veía arder al Hombre y renacer a las Bestias.

domingo, 3 de octubre de 2010

Otoño olvidado en las Fuentes del Marqués

Tranquilo segundo de calma
refugio seguro a mis brazos
te injertaste eterna de amor
en sereno instante del alma

Sincero y puro resplandor
que cabalga a lomos del alba
denso y límpido azul cielo
construye el recuerdo del horror

Porque esa devoción fue
TEMOR Y TEMBLOR
de mi quebradizo espíritu de ardillón.