Tranquilo segundo de calma
refugio seguro a mis brazos
te injertaste eterna de amor
en sereno instante del alma
Sincero y puro resplandor
que cabalga a lomos del alba
denso y límpido azul cielo
construye el recuerdo del horror
Porque esa devoción fue
TEMOR Y TEMBLOR
de mi quebradizo espíritu de ardillón.
refugio seguro a mis brazos
te injertaste eterna de amor
en sereno instante del alma
Sincero y puro resplandor
que cabalga a lomos del alba
denso y límpido azul cielo
construye el recuerdo del horror
Porque esa devoción fue
TEMOR Y TEMBLOR
de mi quebradizo espíritu de ardillón.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrimero el incendio, después, la "fusta" de su fuego, el temeroso y trémulo humo ahora, el calcinado olor luego; preparate a la salida de las nuevas especies.
ResponderEliminar(Camarada, la ceniza, la ceniza... es el mejor fertilante.)
Trago ceniza para ahogarme lento, en una agonía infinita, de desesperanza y de tormento. Porque así vivo en Elena, porque así jamás olvido, esas tardes de llanto y pena, esas tardes que tan lejos ahora quedan
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