lunes, 21 de diciembre de 2009

1. Conversación de un esclavo

Quizás señora, sea este momento, mas me atrevería a afirmar sin temor alguno que no es el efímero momento el que me arrastra. No es el caduco instante de su mirada, sino el sempiterno olor de su ausencia el que me embriaga sin freno, e irredento me compele a destruir nuestro universo. Sus lejanas mejillas de aporcelanado gesto, aquellas que con el suave silbido matinal acarician las cicatrices de mi alma. No es su sensual atractivo, no es su vehemente sexo, no es el innato impulso de dominio arcano. Camina azarosa, empero es solo la pausa la que usted necesita, y su psyche brama.

Respirar los deseos, es la primera palabra, dibujar en el aire fantasías inveteradas que sin propósito caigan hacia el estanque del mañana.

Danzar sin aliento retumbando señas en el aura mundana, inapreciables universales, delineados afectos mediante mil miradas por extrínsecas o intrínsecas causas. Marmita cochambrosa, anciana y ajada, abrázame porque vuelvo a Gea, la Tierra Madre. Gestado en el vituperio al orgullo humano, “aristo” de la cultura, creador del poder sobre si mismo.

Desértica laguna, hirsuta llanura, célibe cumbre, tan inviolada, que me acoges grisácea tras noches de mil batallas.

Es este mi sino, el descarnado alarido lejano, tu mirada distante y austera, el bramido del podenco solitario, que ahora ha retornado. ¿Por qué no pudimos vencer, a ese malvado tirano? Si nuestro amor era PURO, si nuestro amor era incienso, si nuestro amor recorrió el mundo y dio mil vueltas a todo. ¿Por qué te aparte yo a ti tanto, porque no clamabas de celo? Y porqué no nos detuvimos, simplemente a abrazarnos, a tragar cada día la combustión de alegría que sobradamente nos ganamos. "Mar inquebrantable, AMAME", rugí hasta perder la voz,.

Oscuro y tenebroso es el bosque, la ilusión de tu presencia no hizo más que enredarme en alambre de espino, ardiente e infecto. Marchita mama y seca esencia, espíritu ilusorio dañino y malvado. No pedí tu llegada, ni acepté tus premisas. Usurpadora, de ralo carácter e indómita maleficencia. Creí haber vivido y solo me engañaste.

Mas gracias, pues HE LLEGADO. Ancianos malévolos también me engañaron, dándome respuestas de equivocado significado, ausentes de vida y de beatifico camino fijado, impidiéndome así convertirme en MI anhelado……

Indestructible armadura de conocimiento y pecado, pecado contra todos quienes osen ostentar el dominio del liberado, envidias y odios despertara en los simples que todavía viven en un mundo imaginario. Vigorosas serán las fustas que azoten, de las dominantes hembras-macho. Empero no podrán con aquel, que reniegue a sus encantos, pues su fusta es quebrada ante la regresión del antiguo programa engramado, ante la definitiva eliminación de que su placer sea buscado.



miércoles, 9 de diciembre de 2009

"La muerte del hombre es la vida del hombre"

La muerte del hombre es la vida del hombre. Parafrasear estas frases de Federico Nietzsche no es un banal alardeo de un ponderado estudio del insigne hombre que volvió a efectuar la audacia de resucitar al hombre.
El hombre; nuestro gran admirado Kant en su prefacio de la Antropología habla de "el hombre", Foucault, Feuerbach, Pascal, Rosseau, Hobbes. Señores no se han percatado ya. Si, exacto. Los ilustres filósofos nos hablan de que el hombre es un infinito inacabar, gracias a K Lorenz podemos decir que "para aprender debemos desaprender".
Pero esto, que dirección tiene, suena bastante bien, incluso tiene congruencia, ademas introduce un interesantísimo tema sobre el hombre. Empero que hemos cambiado, Nada. Hoy mi decano y profesor de Antropología nos decía, que :-existen FILÓSOFOS cuya tarea es una continua busqueda."Aristótles escribió muerto", con esto que nos quería decir. Nada mas que los grandes filósofos no son masas inamovibles, que alcanzan un pensamiento y se instalan en él, vanagloriándose del hallazgo descubierto. JAMÁS.
Y por otro lado están los especialistas en la enseñanza de los que unos dijeron. Ilustres catedráticos, doctos en La metafísica de Aristóteles o el Protágoras de Platón.
Sabeís no he podido olvidar una frase incisiva e hiriente: "Tristes oprovios de la tierra". Esta como diría el irredento y subersivo Nietzsche si que es una filosofia a martillazos. Me ayuda a recordar una definición que sostiene el profesor Lorite, y cito: "Simples mecanismos de interpretación". ¿No es heladora esta afirmación? Privados de toda la parafernaria, nos situa justo en nuestro sitio. Pero, ¿cual es nuestro sitio? Si quereis continuar con este acalorado debate, por favor contactad conmigo y será un placer contraponer asertos. Hasta entonces os voy a dar una fotografía con la cual espero k entendáis todo lo anterior, y los supuestos que hemos dejado abiertos.

Desde la dirección del partido:
Ángel Guirao Navarro.